martes, 29 de diciembre de 2009

Ver animación
Envía esta tarjeta gratuita
© www.TuParada.com
¡Envía por e-mail!

Etiquetas: ,

lunes, 7 de diciembre de 2009

Llorar sobre la leche derramada.

¿Para qué necesitamos enemigos? Los tenemos en casa. Es más, está dentro de nosotros mismos. Somos nuestros peores enemigos.
Nuestra miseria es nuestra riqueza, decía hace poco Eduardo Galeano en "Las venas abiertas de América Latina", parafraseando a su modo la vieja sentencia del sabio Antonio Raymondi. Aquella que dice, que, el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro. Y, esto que explica a cabalidad nuestra cultura del derroche que aplicamos con esmero generoso a nuestras riquezas naturales; también vale para el derroche que hacemos de nuestra mayor riqueza: la juventud.

Y, ésto viene a cuento, a raíz del reciente triunfo obtenido por dos jóvenes deportistas nacionales. El campeonato mundial de ajedrez, conquistado por partida doble, por los hermanos Cori: Jorge y Deysi. Dos jóvencitos de 14 y 16 años, salidos del arenal de Villa el Salvador, que hacen patria con sus aspiraciones de gente adulta. De gente grande, de verdad. Y, la consabida negativa de la máxima autoridad del deporte nacional de otorgarles el máximo galardón, los Laureles deportivos. Pretextando, con burocrática soberbia, mezquindad y miopía política, el hecho de ser, legalmente, menores de edad. Además, del hecho que esa distinción sólo de brinda en la más alta categoría.

Es que ¿nos sobran los títulos mundiales? O, es que ¿hay, acaso, un límite de edad, para obtener galardones para el país? En el país de la informalidad, ¿no es un contrasentido exigir pegarse a la ley? ¿Tiene edad el patriotismo?

No cabe duda del amor al Perú de estos jovencitos que sacrificando todo y sin recursos propios (y, menos del estado), consiguieron un triunfo que los enaltece y nos llena de orgullo, a todos los peruanos. ¿Hay algún reglamento que impida el patriotismo de los menores? Porque, qué otra cosa es, sino amor a la patria, el hecho de conseguir un título mundial, luchando contra todas las adversidades: las carencias económicas y el abandono propio de las autoridades. Amén de, la paquidérmica pereza y la miopía burocrática, su reglamentarismo y todas las leguleyadas y obstáculos que impiden a la juventud hacer patria.

El mensaje del IPD a la juventud peruana, pretextando cualquier cosa, es bastante claro:"Aquí, sólo premiamos la mediocridad", parece ser su lema.

Por lo tanto: Bienvenidas las fugas de cerebros de los miles de jóvenes que abandonan año a año a nuestro país. Bienvenidos el pandillaje, las barras bravas y el vicio que tienen ganadas las calles y plazas. El ocio y la delincuencia, tienen carta libre para actuar, ya que, ninguna autoridad reconoce el esfuerzo, el éxito y el sacrificio personal. Ese, es el fondo del mensaje que transmite el Sr. Woodman a nuestra juventud.

Esta es la real política de deportes y juventudes que la mezquindad y la falta de visión política, han puesto en evidencia. Salvo está que las máximas autoridades reconsideren su torpeza y les otorguen lo que por derecho propio les corresponde: Los laureles deportivos.

Éso y cubrir sus necesidades básicas: techo propio, servicios médicos, alimentación y educación. Antes que el "enemigo" se adelante y, como siempre, lloremos sobre la leche derramada.

Etiquetas: ,


Contador Gratis Contador gratis
planetaperu.pe estamos en
PlanetaPeru.pe